La formación para nuestra vida de Terciarias Capuchinas comporta un proceso de progresiva madurez de cada hermana y cada comunidad, mediante el crecimiento continuo de la vida de consagración a Dios.
Es una formación centrada en Jesucristo, abierta al Espíritu que posibilita el encuentro verdadero con el Señor, los hermanos y los acontecimientos de la vida diaria.
Los medios que nos ayudan a conseguir esto son:
Acompañamiento: es un apostolado de escucha, en total apertura y aceptación de la persona concreta, que se esfuerza en revelarse y descubrir el misterio de su propia condición humana.
Discernimiento: La persona se sitúa en un profundo diálogo con Dios, dejándose llevar por Él. Tiene por objetivo el buscar y conocer la voluntad del Señor para ella, dejando de lado los intereses humanos.
Experiencia de vida y trabajo: es la que lleva al verdadero aprendizaje y constituye la clave que va dando solidez y consistencia a la persona, a través de una experiencia creativa, abierta a lo desconocido, al riesgo y así poder aprender a integrar lo imprevisto. Esta experiencia conlleva interiorizar un “proyecto de vida” en el que la hermana es la maestra de su propia experiencia.
Formación intelectual: ante la realidad cambiante de un mundo que desafía a cada paso nuestra misión evangelizadora, se impone un tipo de formación que ayude a la hermana a saber descubrir y escuchar al Señor en los signos de los tiempos y a responder apostólicamente sin temor al riesgo.
Medios de comunicación social: en función de nuestra misión somos llamadas a testimoniar el Evangelio a través de estos MCS que tienen una gran capacidad de difusión, servirnos de ellos con sentido crítico y el debido discernimiento.
Preferencia por los pobres: el Señor se encarnó y habitó entre nosotros para darnos vida y vida en abundancia, desde aquí surge una permanente llamada a vivir nuestra consagración por el reino en comunión con los empobrecidos y marginados de este mundo, abiertas a las nuevas pobrezas que acosan la humanidad.
La formación de la Terciaria Capuchina dura toda la vida, para responder a la novedad de la llamada siempre nueva del Señor.
Si eres joven, si quieres dar sentido a tu vida, si la persona de Jesús te fascina, si quieres darte por entero al servicio de los pobres, contacta con nosotras en “Contactos” de esta misma página.