«Un refugio seguro: La importancia de la protección de menores en hogares de acogida».

SABER DE QUÉ HABLAMOS

Desde nuestros orígenes carismáticos, nuestro Padre Fundador visionario impulsado por el Espíritu acoge la moción del Señor, así expresado en el número 86  de OCLA, “… pasada la epidemia se vio que quedaban muchos niños sin amparo por haber muerto sus padres, y movido yo a compasión pensé en que podríamos recogerlos; y al efecto, pregunté a la Madre Angela, que aún se hallaba la pobre muy débil, si se veía con ánimos para cuidar aquellos niños si los recogíamos en una casa; y, llena ella de celo y movida de caridad, se ofreció a ello muy gustosa. Consulté el asunto a las Juntas de la Tercera Orden, que lo aprobaron muy gustosos; y sin pérdida de tiempo alquilamos en Masamagrell la casa llamada del Castillo para convertirla en Asilo donde recoger los niños huérfanos…”, esta experiencia abre camino en el presente a una de las más grandes obras apostólicas para las Terciarias Capuchinas, la “Protección y Reeducación” de niños, niñas y adolescentes en alto riesgo social.

El  P. Luis Amigó previendo la situación de desamparo de la niñez de aquel momento busca alternativas para proteger, acoger y mantener segura a la niñez, anticipando impidiendo acontecimientos adversos que dañan la integridad física, psíquica, moral de los niños, iniciando así el trabajo en la prevención.

Nuestras Casas Hogares, son alternativa respuesta pastoral anticipada en la salvaguardia  de los derechos de la niñez y para quienes han sido víctimas de la violencia a su corta edad nuestras instituciones se convierten en lugares seguros al brindar calidad de atención desde la cultura del buen trato.

La institución está conformada por áreas de atención humana, espiritual, psicológica, académica, médica en colaboración con el equipo interdisciplinario con el método de la Pedagogía Amigoniana método preventivo, “reflexivo para la solución de dificultades a través de un sistema dialógico, la corrección fraterna, la participación, la construcción de conocimiento” la cual garantiza la responsabilidad en el cuidado de la dignidad.

  ¿QUÉ ES UN SISTEMA DE ENTORNO SEGURO ?

Las buenas prácticas en las instituciones en favor de la protección deben cultivar la seguridad en los espacios ambientales y en circunstancias personales en las cuales haya ocasión de disminuir o evitar acciones que atenten contra la dignidad o la vida de una persona. Para ello es necesario tomar medidas, crear estrategias que garanticen la integridad y el cuidado personal y común de todos los niños, niñas. Entre estas acciones urge incluir en todos los ambientes el buen trato como línea transversal, que sea sistémica y abarque integralmente los ámbitos familiar, religioso, social, cultural, laboral, institucional.

Desde el contexto de las casas hogares, las estrategias potenciales de prevención y protección, serían garantía de espacios seguros tales como:

  • PROTOCOLO DE PREVENSIÓN Y ACTUACIÓN PARA NIÑOS NIÑAS

     EN SITUACIÓN DE VULNERABILIDAD: guía a seguir para atender resolver, situaciones de riesgo dentro o fuera de la institución.

  • FORMACIÓN CONTINUA: en la que se adquieran herramientas para actualizarse y conocer estrategias en el campo preventivo.
  • La SINODALIDAD perspectiva en el bien común, donde todos tenemos algo que aportar, en corresponsabilidad.
  • TRABAJO EN RED articulación de grupos de trabajo como apoyo y contacto con otras instituciones que promuevan la protección integral de los niños, niñas, adolescentes.
  • “EVALUACIÓN” como una práctica de mejora continua con los colaboradores, con el fin de erradicar factores de riesgo y promover factores de protección en los entornos.

De este modo se constata que el entorno es seguro y protector cuando los niños, niñas, adolescentes desarrollan todas las capacidades de manera saludable armónica, se sienten felices, a gusto, en la institución.

Hna. Priscila Brenes Granados

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