Lectio del V Domingo de Cuaresma
Primera Lectura (Jeremías 31,31-34): Dios anuncia una alianza nueva con la casa de Israel y la casa de Judá. No será como la antigua alianza, escrita en tablas de piedra, sino que Dios inscribirá su ley en los corazones de su pueblo. Todos conocerán al Señor y serán perdonados de sus pecados.
Salmo 50: Nos invita a pedir a Dios un corazón puro y a reconocer nuestra necesidad de su misericordia. Que el Señor nos renueve por dentro y nos guíe por sus caminos.
Segunda Lectura (Hebreos 5,7-9): Cristo se presenta como el autor de la salvación eterna. A pesar de su angustia, Jesús obedeció hasta la muerte y se convirtió en fuente de vida para todos los que le siguen.
Evangelio (Juan 12,20-33): Jesús anuncia que ha llegado la hora de su glorificación. Como el grano de trigo que muere para dar fruto, él también se entregará para nuestra salvación y siguiendo a Cristo, encontraremos la vida eterna.
Empieza un nuevo día y despertamos al alba para escuchar y contemplar, ambas actitudes son fundamentales para acercarnos a Dios y a su voluntad. Escuchar implica estar atentos, receptivos y dispuestos a obedecer. Contemplar implica admirar, agradecer y alabar. Ambas actitudes nos ayudan a entrar en comunión con Dios y con los demás.
Escuchar.
La liturgia de hoy está llena de versículos que renuevan la Esperanza del creyente. Se acerca la pascua y por lo tanto el discurso de Jesús va dirigido a concientizar a los discípulos del fin que le espera y de las bendiciones que su muerte traerá para todos los que crean en EL.
Contemplar.
Jesús utiliza la analogía del grano de trigo para transmitir una profunda verdad espiritual a sus discípulos y a nosotros. Aquí hay algunas razones por las que Jesús hizo esta comparación:
- Muerte y Vida Nueva: Al igual que un grano de trigo que cae en la tierra y muere, Jesús sabía que su propia muerte en la cruz sería el acto crucial que daría lugar a una nueva vida. Su sacrificio no sería en vano; en lugar de quedarse solo, como un grano de trigo no sembrado, su muerte daría fruto abundante.
- Redención y Salvación: El grano de trigo debe morir para liberar su potencial de crecimiento. De manera similar, la muerte de Jesús no fue un fracaso, sino un acto redentor. A través de su muerte y resurrección, Jesús nos ofrece la salvación y la reconciliación con Dios.
- El Camino de la Cruz: Jesús estaba consciente de su destino en la cruz. Al compararse con un grano de trigo, nos enseñó que el camino hacia la vida eterna pasa por la entrega total de sí mismo.
Invitación.
La analogía del grano de trigo también es un ejemplo de Humildad y Obediencia porque el grano de trigo no se resiste a su destino; cae al suelo y muere. Por eso nos preguntamos:
- ¿Aceptas humildemente la invitación del Padre de escuchar a su hijo (Mc 9,7b)?
- ¿Cada día es una nueva oportunidad para ponerte en camino?
- ¿Vives cada día la llamada de Jesús a la conversión? ¿Qué gestos lo evidencian?
- ¿Qué áreas de tu vida necesitan transformación? ¿Qué debes dejar “morir” para experimentar un nuevo crecimiento espiritual?
Petición.
Que estas lecturas nos inspiren a vivir con esperanza y a seguir a Jesús, quien nos muestra el camino hacia la verdadera vida. Amén.
Hna. Mariulis Grehan, tc