La devastación del tifón Rai en Filipinas supera lo previsto: es el segundo desastre natural más importante de 2021

El pasado 16 de diciembre de 2021, el tifón Rai (nombre local Odette) azotó las diferentes provincias de Filipinas. La primera recalada fue en la isla de Siargao a la 1:30 p. m., la segunda en la isla de Dinagat a las 3:10 p. m., seguida en el sur de Leyte dos veces a las 4:50 a. m. y 5:40 a. m., y dos veces también en Bohol a las 6: 30 am y 7:30 am. Llegó a Cebú por la noche y tocó tierra a las 22:00 h. Al día siguiente a las 2:00 de la mañana tocó tierra en Negros Oriental. La última recalada de Odette fue en Palawan a las 4:00 de la tarde.

El tifón trajo lluvias torrenciales, vientos violentos; deslizamientos de tierra y marejadas ciclónicas se produjeron en diferentes lugares de Filipinas, pero muy especialmente en los lugares donde tocó tierra. Después del tifón quedaron muchas familias sin casa, perdieron su sustento e incluso algunos de sus seres queridos, hubo escasez de agua especialmente agua potable, no había electricidad y muchos establecimientos quedaron destruidos.

Nuestras dos comunidades de Hermanas Terciarias Capuchinas de la Sagrada Familia en Negros y en Cebú también se vieron afectadas, se produjeron daños en nuestras casas y no tuvimos electricidad durante casi un mes. Fue una providencia que, en Cebú, recientemente habíamos abierto el proyecto de la estación de agua y hay suficientes reservas de agua potable para la comunidad. Por eso, las hermanas no han tenido problema para conseguir agua potable pero su preocupación era cómo ayudar a otras familias para que también ellas pudieran beber. Como no había electricidad, era imposible que la comunidad produjera agua en ese momento, pero la providencia de Dios nos asistió. Muchas personas se unieron y ayudaron a la comunidad para producir agua a fin de que la gente pudiera beber, obteniendo alrededor de 2000 botellas de agua de 5 galones cada una. Fue un privilegio para la comunidad poder ayudar a las personas que también se vieron muy afectadas por el tifón.

En este momento, Filipinas todavía se está recuperando; aún hay algunos lugares, incluso aquí en Cebú, donde no hay electricidad debido a los grandes daños sufridos, pero la situación es un poco mejor en comparación con el devastador panorama que se observó después del tifón.

Según las investigaciones, el tifón ‘Rai’ dejó al menos 450 muertos a su paso por Filipinas. Y la situación se está viendo agravada además por el avance de la covid-19, que está complicando la respuesta humanitaria, así como por perturbaciones meteorológicas. Por ello, en los próximos días se revisará ese plan humanitario y se ha pedido solidaridad a la comunidad internacional.

Un promedio de 20 tifones azotan Filipinas cada año y el más destructivo fue el supertifón Haiyan -el mayor que ha tocado tierra conocido-, que en noviembre de 2013 golpeó las islas de Samar y Leyte, mató a unas 7.000 personas y dejó a 200.000 familias sin hogar. 

Facebook
Telegram
Twitter
WhatsApp