La crisis de Ucrania en el corazón de la Iglesia

La Iglesia no aparta sus ojos de la difícil situación que vive Ucrania. El peligro ante una posible invasión por parte de Rusia continúa levantando tensiones a nivel internacional.  Esta situación se ha visto provocada debido a las exigencias de Rusia a la OTAN y Estados Unidos para que ninguna ex república soviética se una a la alianza occidental.     

Mons. Dionisio Lachovicz, el Obispo de los católicos ucranianos en Italia, mostró la gran preocupación con la que los fieles de esta nacionalidad están viviendo el conflicto entre su país y Rusia. En declaraciones a Vatican News, señaló que la tensión que se está viviendo es “altísima” y aseguró que “no podemos hacer otra cosa que rezar, con la esperanza de que nuestros líderes políticos puedan encontrar una solución diplomática”. 

El Prelado dijo que la causa de todo “es la lógica imperialista” que hace que demos “un paso atrás, en lugar de dar un paso adelante y buscar el diálogo”.  El Obispo de los ucranianos en Italia aseguró que Ucrania “es el único país verdaderamente democrático de la antigua Unión Soviética”, algo que “no es bueno a los ojos de los demás, por eso hay un deseo de destruir”.

 

Mons. Dionisio Lachovicz advirtió que Ucrania ya pasó la experiencia de la guerra “que hizo que casi siete millones de ucranianos murieran de hambre”. Ante esto, el Prelado aseguró que “la vida cristiana es ayuda, participación y dar la vida por el otro”, por lo que “no se puede llamar cristianos a los que predican la cultura de la muerte y la guerra”.

Por su parte el Nuncio Apostólico en Ucrania pidió “construir un mayor entendimiento entre las Iglesias”, ya que “cuanto más unidos estemos, más fuertes seremos por dentro y más capaces seremos de dar un testimonio del Evangelio a los demás”.  

Del mismo modo, el embajador de Ucrania ante la Santa Sede, Andriy Yurash, lamentó desde Kiev que estamos viviendo “una situación terrible, no sólo para Ucrania, sino también para Europa y para el mundo entero”. 

“El pueblo ucraniano está más unido que nunca. Aquí se respira un ambiente de gran solidaridad”, señaló el embajador, quien agradeció las palabras del Papa Francisco y su llamado por la paz.  “El apoyo espiritual del Papa Francisco es vital para nosotros. La Santa Sede se ofrece a hacer de mediadora, la iniciativa ya existe y agradecemos mucho esta disponibilidad”, aseguró. 

El pasado 8 febrero el Papa Francisco recibió en el Vaticano al Presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy; la audiencia privada entre el Santo Padre y el Presidente de Ucrania duró media hora. Al final del encuentro, el Pontífice regaló al Presidente Zelensky un medallón de San Martín de Tours quien el Papa indicó “ayudaba a las personas necesitadas y en dificultad” por lo que añadió que “en una situación difícil como la guerra, espero que San Martín proteja a su pueblo”.

Desafortunadamente, lo que se temía desde hace días ha sucedido y el mundo es testigo de una nueva guerra. Durante la noche del 24 de febrero, Rusia lanzó operaciones militares en territorio ucraniano. Las explosiones y las sirenas de alarma empezaron a oírse al amanecer incluida la capital, Kiev. Miles de personas, mujeres y niños, huyen de la guerra, buscando un lugar más seguro en los países fronterizos, entre los que se encuentran Polonia y Eslovaquia. A pesar de la amenaza del presidente Putin que ha afirmado: “Cualquiera que intente crear obstáculos e interferir con nosotros sabe que Rusia responderá con consecuencias sin precedentes”, se ha creado una red inmensa de solidaridad para acoger a los prófugos de guerra, en la que también nuestras hermanas se hacen presentes. 

Se mantiene la esperanza que después del encuentro entre la delegación de Rusia y Ucrania, se pueda llegar por vía del diálogo y la buena voluntad, a una solución pacífica para el bien de todos que ponga fin al conflicto armado. Mientras tanto, millones de personas en muchos rincones del mundo, se manifiestan en contra de esta guerra absurda. 

Nos gustaría poder publicar noticias de paz y reconciliación en la próxima ocasión. El Papa Francisco invitó a todos a una jornada de ayuno y oración el 2 de marzo, miércoles de ceniza. Que nuestra oración incesante y confiada por la paz, alcance este don tan preciado y escaso en nuestro mundo.

Fuente: Aciprensa

Foto: Vatican Media

Facebook
Telegram
Twitter
WhatsApp