Celebración con motivo de “El tiempo de la creación”.
El día 10 de setiembre las Hermanas de la Provincia Madre del Buen Pastor animaron la oración de la mañana, con una celebración especial uniéndonos a la iniciativa de “El tiempo de la creación”, la cual, en este mes de septiembre y hasta el 4 octubre, une a millones de cristianos del mundo, en oración y acción por nuestro hogar común; sensibilizándonos ante la urgencia de ser corresponsables en el cuidado, protección y respeto a la creación propio de nuestro ser franciscano.
Iluminación sobre el tema capitular
Durante los días 10 y 11 el Padre Luis Alberto Gonzalo Díez, CMF, presentó a las Hermanas capitulares una charla de introducción a la reflexión capitular. La conferencia, giró alrededor del tema de la comunidad que debe ser, antes que todo, un “hogar que escucha, reconoce y abre búsquedas” y su contenido fue verdaderamente una iluminación para el tema del Capítulo y, en la medida que avanzábamos en el desarrollo de la conferencia, las Hermanas capitulares iban focalizando aspectos importantes de la vida y misión de la Congregación a tener en cuenta durante el Capítulo.
El padre Gonzalo considerando que la principal urgencia para la vida consagrada es impulsar comunidades – hogar, ricas en gozo del Espíritu, que sean antídoto eficaz contra la soledad, sean constantemente inspiradas en el carisma, energía de comunión y misión, ofrezcan el don de la fraternidad y la amistad social y en la cuales el liderazgo alternativo favorezca la corresponsabilidad y contribuya a mantener un ambiente de familia, nos invitó a mantener vivo nuestro ser mujeres capaces de engendrar y cuidar la vida y crear hogar.
A lo largo de las sesiones, el Padre habló con profundidad de los signos, claves y elementos de diseño para la construcción de las comunidades-hogar y las hermanas participaron compartiendo resonancias personales que enriquecieron este momento de iluminación.
Cada día se clausuró con la Eucaristía que retomó y presentó al Señor la jornada capitular vivida.
Agradecemos al Padre Luis Alberto su presencia fraterna y las orientaciones que nos ofreció para continuar en este camino de escucha y acogida de nuestra realidad.