En la fiesta de los Arcángeles Miguel, Rafael y Gabriel, las Hermanas de la Viceprovincia Santa Clara, encargadas de la liturgia del día, animaron la oración de la mañana y como gesto significativo, antes de iniciar la Adoración eucarística, repartieron un papel con la imagen de un ángel y el nombre de una hermana para que, cada una, se comprometiera, a “ser un ángel” y a orar por la hermana que le había tocado.
El día fue dedicado a varias tareas, de cara a ir tomando determinaciones hacia la conclusión del camino capitular. Compartimos las resonancias sobre la conferencia y conversatorio con el Padre Aitor Jiménez, canonista de la Congregación para los institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica, se pasó la consulta para Secretaria y Ecónoma general, que en su momento nombrará el Gobierno general, y se discutió, ampliamente, en plenaria, el primer borrador de los Acuerdos del XXIII Capítulo general, después de haber tenido un espacio de estudio personal y de mesas de diálogo. En cada uno de los momentos las hermanas crearon un ambiente fraterno de acogida, libertad, oración y discernimiento que permitió expresar inquietudes vitales y buscar juntas el querer de Dios para la Congregación. Por ello, damos gracias al Señor y a cada una de las Hermanas capitulares por su saber estar y escuchar.
La Eucaristía fue presidida por Monseñor Edgar Peña Parra, Substituto de la Secretaría del Estado Vaticano, un hombre con grande responsabilidad en la Iglesia que sin embargo impacta por su sencillez y amabilidad; su presencia fue motivo de alegría y fortaleció nuestra comunión con la Iglesia.