La pandemia del Covid-19 que ha trastocado tantas realidades en nuestra vida personal, social, congregacional…, impidió también por razones obvias que se convocara el JUNICON 2021 en la fecha acostumbrada, puesto que en las ediciones anteriores ha dado comienzo siempre, prácticamente, en el mes de enero.
Tras la espera de varios meses, llegó por fin la hora para las Junioras de toda la Congregación de acudir a la cita, de hacerse presentes para iniciar un camino intenso de formación, de encuentro intercultural, de experiencias personales y fraternas que sin duda marcan la vida de cada hermana que ha ido pasando por esta estructura congregacional, llena de vida.
Otra novedad que presenta este año el JUNICON es la Sede del mismo que, aunque continúa enclavada en Medellín (Colombia), se sitúa ahora en el barrio de Belén, con un espacio propio que ha sido reestructurado y, terminados los trabajos oportunos, ha podido “estrenar” el grupo de hermanas del 2021.
La fecha de llegada de las junioras a la comunidad del JUNICON se fijó para el 1º de septiembre pero fue el día 8, fiesta de la Natividad de María y también de Ntra. Sra. de Montiel, cuando comenzó esta etapa formativa en el marco de una eucaristía solemne, a la que asistieron diversas hermanas de las comunidades cercanas. El tiempo de preparación concluirá en los primeros días del mes de marzo 2022.
Como decíamos, la interculturalidad es el escenario de este encuentro de hermanas, que en esta ocasión son nueve, originarias de Colombia, Ecuador, Guatemala, Nicaragua, Tanzania y Benín, acompañadas por Hna. Mª Anabelle Céspedes Morales, 3ª Consejera general, de Costa Rica, designada por la Superiora general para caminar por estos seis meses, con este grupo de junioras, junto con Hna. Beatriz del Socorro Cortés Gómez, colombiana, quien ya ha ejercido esta misión con grupos anteriores.
Las nueve junioras con sus dos acompañantes forman una verdadera comunidad de vida, llevando a cabo su proyecto en función del objetivo del curso. Todo está programado, los seminarios de estudio, visitas y relación con las comunidades, encuentros con diversas realidades, actividades pastorales, la preparación del día cultural de cada país, el mes de Ejercicios Espirituales… Pero la programación no quita espacio a la creatividad, al aporte personal, al compartir de experiencias que son fuente de conocimiento y riqueza para cada una.
Al finalizar este tiempo de gracia, cada una de las hermanas emitirá su Profesión perpetua en su respectivo país. Pero de momento, paso a paso…