Biodiversidad

Origen del concepto de “biodiversidad” y su conmemoración el 22 de mayo

El cuidado de la creación, no obedece solamente a razones prácticas como compromiso con las generaciones futuras; las razones más profundas son de orden teológico. La creación es la obra del Espíritu Santo y no se puede destruir una obra, sin ofender a su autor (Raniero Cantalamessa. Ven Espíritu Creador)

El tema que hoy nos ocupa es la “Biodiversidad”, expresión que se origina en entornos científicos, pero rápidamente despierta el interés en campos filosóficos, sociales, políticos, económicos y religiosos, quienes se interesan por la conservación de la diversidad biológica, por el temor que causa la pérdida irreversible de los ambientes naturales, poniendo en peligro la base de la existencia humana.

La ONU busca soluciones y en la Conferencia Científica de Naciones Unidas de Nueva York (1949), trata el tema “Conservación y Utilización de los Recursos”, pero su interés se centra en la adecuación de los recursos naturales a las necesidades del desarrollo económico y social, sin ocuparse de su conservación. 

La primera cumbre por la tierra, se dio en la “Conferencia de Estocolmo sobre el medio humano” (1972). En ella se plantea la necesidad de preservar la tierra, la flora, la fauna y los ecosistemas naturales, evitando su agotamiento, con miras al beneficio de las generaciones presentes y futuras. En su declaración, enuncia los principios para la conservación del medio humano, formula recomendaciones para la acción medioambiental internacional y advierte a los gobiernos que deben tomar las medidas necesarias para el control de actividades que puedan provocar daños atmosféricos y sus repercusiones sobre el clima. Para el cumplimiento de su declaración, crea el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente PNUMA, mayor autoridad ambiental a nivel mundial.

El concepto de biodiversidad es el resultado de varios estudios realizados por Thomas Lovejoy (1980), Presidente del Centro de Biodiversidad del Amazonas, profesor universitario y miembro principal de la Fundación de Naciones Unidas, y Norse y McManus (1996), en los que emplean la expresión “diversidad biológica”, al referirse a la variedad de especies, incluyendo la diversidad genética y ecosistémica. Siendo Walter G. Rosen (1985), quien, por primera vez emplea la expresión “biodiversidad” en el Foro Nacional sobre Diversidad Biológica, celebrado en Washington, para hablar de la variedad de la vida en la tierra, a todos  los niveles, desde la genética hasta los diferentes biomas. Expresión que se hace popular en las memorias del evento, publicadas por Edward O. Wilson, profesor de la Universidad de Harvard.

Sobre estos estudios, se apoya la Convención de la Diversidad Biológica, Río (1992).  Estudia los problemas de producción de materiales tóxicos y contaminantes, el agua potable y la producción de energías limpias. Sintetiza el concepto de “Diversidad Biológica” como la variabilidad de organismos vivos de cualquier fuente, incluidos los ecosistemas terrestres y marinos y otros ecosistemas acuáticos y los complejos ecológicos de los que forman parte. Uno de los mayores logros de la convención es el Convenio sobre la Diversidad Biológica, que consigue que el tema de la biodiversidad haga parte de las agendas políticas de los países firmantes, no solo en lo referente al desarrollo, sino en el cuidado ambiental, teniendo en cuenta que el futuro de la biodiversidad depende tanto de los procesos biológicos, como de los procesos socioculturales. Este Convenio es un tratado internacional jurídicamente vinculante, cuyo texto fue aprobado el 22 de mayo de 1992.

Por otra parte, la Cumbre del Milenio, se reúne en septiembre del año 2000, en la sede de la ONU en Nueva York, para aprobar la Declaración del milenio y sus ocho objetivos para trabajar hasta el año 2015 como valores de la ONU: la paz, la seguridad y el desarme; la erradicación de la pobreza; la protección del entorno común; los derechos humanos; la democracia y el buen gobierno; la protección de las personas vulnerables; la atención a las necesidades de África y el fortalecimiento de la ONU.

En esta cumbre, la Organización de las Naciones Unidas el 20 de diciembre de 2000, para conmemorar el día en que se aprobó el Convenio sobre la Diversidad Biológica, declara el día 22 de mayo, Día Mundial de la Biodiversidad, con el propósito de difundir el significado y el valor de la diversidad biológica (especies y ecosistemas) en la vida humana. Fecha señalada como oportunidad para sensibilizar a los gobiernos, los medios de comunicación y el público en general, sobre problemas de interés común, que están aún sin resolver y que precisan la puesta en marcha de medidas políticas concretas.

Muchos son los logros alcanzados por el Convenio de la Diversidad Biológica, en las diferentes cumbres: en Nagoya (2015), el Plan Estratégico para el Decenio 2011-2020, en Cancún (2016) el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y en Kunming (2021) , la Cumbre de la adaptación climática y sus esfuerzos  para acabar con el COVID 19.

Aún quedan deudas pendientes con el planeta, ya que si se daña el ecosistema, este no puede ofrecer el bienestar esperado y aparecen epidemias zoonóticas, relacionadas con enfermedades del ecosistema. La biodiversidad está en peligro y es compromiso de todos protegerla, haciendo uso consciente de sus recursos, generando medidas de protección, pues de ella se reciben a diario innumerables beneficios, con frecuencia, desapercibidos. Por ejemplo:

Las abejas y los colibrís polinizan el planeta: siembra plantas que produzcan flores para que se alimenten. Los bosques regulan la temperatura y las plantas generan oxígeno: siembra árboles, te generarán oxígeno y tu entorno será más fresco. Los arrecifes albergan la cuarta parte de las especies marinas, protegen las costas de las olas, de las tormentas y los tsunamis: cuida las costas y las playas, evita productos desechables, nada de icopor o plástico. Los manglares capturan el dióxido de carbono: protégelos si tienes el privilegio de vivir cerca de ellos.  Muchas gracias.

 

HNA. LIGIA INÉS PÉREZ ARANGO, TC

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