Acompañamiento desde el icono del Abad Menas

El deseo e interés por los iconos se suscitó en mí, hace algún tiempo, cuando me acerqué a la explicación y profundización del icono de San Damián y descubrí otra manera  de abordar un texto bíblico, por el sentido teológico que encierran y he ido gustando la riqueza de este arte y las implicaciones que va teniendo en nuestra espiritualidad.

Cuando nuestras hermanas del Equipo de comunicaciones me solicitaron compartir mi experiencia de acompañamiento desde este icono, me sentí contenta y, con gusto y sencillez la comparto porque en varios momentos de este caminar en la formación ha sido motivo de mi oración e inspiración en la delicada tarea de acompañar.

LA OBRA EN SU CONJUNTO:

Estamos ante un icono copto (Iglesia egipcia) del siglo IV-VII, procedente de un monasterio egipcio y que actualmente se encuentra en el Museo del Louvre en París. El icono mide aproximadamente 57x57cm y tiene un grosor de 2 cm.

Cuando el arte copto se convirtió al cristianismo (a partir del siglo V) empezó a incorporar a sus obras temas religiosos. Así surgió allí el icono. Para el cristiano ortodoxo el icono es una imagen sagrada portátil objeto de veneración y culto, de igual forma que las reliquias de santos y mártires. 

En el siglo V se crea un estilo innovador basado en la alteración de las proporciones y medidas antropofísicas, de ahí los rasgos del cuadrado. El Icono de la Amistad (como es conocido) incorpora ese estilo. La obra de Cristo y el abad Menas está enmarcada en un soporte cuadrado de madera noble, que era el material típico de la época para hacer iconos (rezar con los iconos.com Granada).

Quiero  resaltar  cuatro aspectos de esta obra y su relación con el acompañamiento.

1. ENMARCADOS EN UN AMBIENTE CONCRETO

Aunque no resulta fácil porque parecen estáticos, podría decirse que se encuentran en un paraje natural, en camino, por la especie de color dorado que asemeja el polvo de los pies; además, la postura de frente indica movimiento.

La formación se realiza desde un contexto y ambiente concreto, se acompaña a una persona situada histórica y geográficamente en una sociedad, un grupo humano, una cultura, una familia.

Puede aplicarse a este icono el texto de los discípulos de Emaús que se ha convertido en un paradigma de acompañamiento: “Jesús en persona se acercó y se puso a caminar a su lado” (Lc 24,15).  Además otro texto que expresa familiaridad, afecto e implicación es Jn 15,15: “les digo amigos porque les he dado a conocer todo lo que aprendí de mi Padre”. Hay un comentario de Carlos Mesters que bien nos puede ayudar a profundizar y actuar sus gestos y palabras en nuestros procesos y ambientes formativos. Así lo describe: “Jesús es el Amigo que convive y forma para la vida: comía con ellos, andaba con ellos, sufría con ellos. Era a través de esa convivencia que ellos se formaban” (3ª semana de Catequesis Brasil X/2009).

Es la experiencia vital de quien acompaña sentirnos siempre en camino, descubriendo cómo la vida de Jesús y su seguimiento transforma y llena de sentido nuestra propia vida y la de la acompañada.  Expresa además la pedagogía de Jesús en el acompañamiento, cercanía, proximidad sin apegos.

2 EL GESTO AMIGO DE JESÚS CON EL ABAD MENAS

Uno de los gestos más significativos de Jesús es la calidez humana expresada en la confianza, acogida, amabilidad, aceptación, libertad, elementos esenciales para el acompañamiento. Quien acompaña es una persona abierta, disponible, dispuesta a acompañar a quien venga. Con responsabilidad y conciencia de sus límites. Igual da si son personas sanas o con biografías más complejas.

Acogida incondicional de la persona y de lo que exprese, apertura sincera sin moralismos ni confusiones, aceptación de los propios ritmos. Cualidades básicas para caminar junto a otras y otros que nos han sido confiados.

3. EL ROSTRO, LA MIRADA DEL ABAD ES DE CIERTO TEMOR, ASOMBRO, DESCONCIERTO, SORPRESA O ILUSIÓN

Actitudes que contrastan y que se manifiestan en muchas de nuestras acompañadas, manifestando humildad, apertura, extrañeza o tal vez un “te quiero” tal y como eres. Maneras de ser que encontramos y que nos invitan a cultivar la minoridad y a dejar de lado lo superficial, las apariencias, los prejuicios. Tener siempre una mirada apreciativa frente a cada hermana y persona que nos sale al paso en el camino.

Nos invita a ejercitarnos en el arte de aprender a escuchar, ensanchar el corazón para que se dé la proximidad y acontezca el verdadero encuentro que ayuda y en muchas ocasiones sana, restablece. 

La propia experiencia de dejarnos acompañar, la capacidad de expresar nuestra vida frente a quien nos acompaña, nos enseña a ser pacientes, comprensivas y compasivas con las demás y nos capacita para encontrar los caminos que hacen crecer y avanzar.

4. JESÚS SOSTIENE “EL LIBRO DE LOS EVANGELIOS”, MENAS EL ROLLO DE PAPIRO

Como si el Abad Menas anotara lo que quiere aprender de Cristo, o lo que Cristo le enseña. Expresa una actitud de receptividad y acogida frente al proceso de aprendizaje, proceso que se da en el camino en los hechos de la vida.

El gesto puede aplicarse también al reconocimiento de la formanda como instrumento de formación para la formadora; nos formamos, crecemos, formando y acompañando a otras.  Manifiesta que en la dinámica de la formación hay un enriquecimiento mutuo y animación a un estilo de vida.

Dejémonos mirar por este Buen Amigo que nos ha llamado a su seguimiento. Que en nuestra misión sintamos la cercanía, el cariño, la entrega que ofrece Jesús con esa certeza de que mientras damos lo mejor de nosotras somos instrumentos débiles en sus manos porque….

Nadie fue ayer,
ni va hoy,
ni irá mañana
hacia Dios
por este mismo camino
que yo voy.
Para cada hombre guarda
un rayo nuevo de luz el sol…
y un camino virgen
Dios (León Felipe)

HNA. HERLINDA INÉS MAESTRE GÁMEZ, TC

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