Una propuesta trascendental a partir del proyecto de familia desde la perspectiva de las Hermanas Terciarias Capuchinas.

En el corazón de la sociedad contemporánea, donde las dinámicas familiares evolucionan y se transforman, el trabajo con las familias emerge como una necesidad imperante. Desde la promoción del bienestar emocional hasta la construcción de comunidades inclusivas, la labor con las familias adquiere una relevancia cada vez mayor en el mundo moderno. Este artículo, expone brevemente una propuesta de acompañamiento a la familia de hoy desde nuestra espiritualidad, destacando principios claves y prácticas que pueden fortalecer y nutrir a las familias en su viaje espiritual.

La familia, como comunidad de amor y vida, refleja la comunión de Dios y su relación de amor con la humanidad. Desde sus orígenes, la humanidad fue creada con la capacidad y responsabilidad de amar y vivir en comunión. El amor vivido en el seno de la Sagrada familia es tan vital que San Juan Pablo II lo describió como un «signo eficaz del amor de Dios», convirtiéndola en un santuario donde la vida y el amor se entrelazan. Es en la familia donde se forja la primera experiencia de amor y relación, un lugar de aprendizaje fundamental donde se desarrollan relaciones significativas y se cultiva la capacidad de hacer elecciones libres y acertadas. Por lo tanto, se le ha otorgado el título de «primera escuela de humanidad», esencial para el desarrollo de la sociedad.

He aquí algunos aspectos donde se podría centrar la propuesta de acompañamiento a las familias.

  1. Fortalecimiento de la relación con Dios: El acompañamiento familiar desde la espiritualidad franciscano amigoniana comienza con el fortalecimiento de la relación con Dios en el seno del hogar. Al igual que la Sagrada Familia, las familias de hoy pueden cultivar una vida de oración, adoración y obediencia a la voluntad de Dios, establecer momentos de oración en familia, participar juntos en la vida sacramental de la Iglesia y buscar discernir la voluntad de Dios en las decisiones familiares.
  2. Relaciones familiares saludables: La Sagrada Familia nos enseña la importancia de fomentar relaciones familiares saludables basadas en el amor, el respeto y la comunión. El acompañamiento familiar se centra en ayudar a los miembros de la familia a cultivar la unidad y el apoyo mutuo, así como en abordar conflictos y desafíos de manera constructiva, facilitar la comunicación abierta y honesta, promover el perdón y la reconciliación, brindar herramientas para resolver conflictos de manera pacífica, fomentar la empatía y promover el diálogo abierto y respetuoso entre padres, hijos y otros miembros de la familia. Como diría el Papa Francisco, “Es en la familia unida que los hijos alcanzan la madurez de su existencia, viviendo la experiencia significativa y eficaz del amor gratuito, de la ternura, del respeto recíproco, de la comprensión mutua, del perdón y de la alegría».
  3. Apoyo en las etapas de la vida familiar: El acompañamiento familiar desde la espiritualidad de la Sagrada Familia reconoce que las familias atraviesan diversas etapas y transiciones a lo largo de la vida. Esto puede incluir la formación de nuevas familias, la crianza de hijos, el cuidado de los ancianos y la adaptación a cambios en la estructura familiar. Proporcionar apoyo y orientación en cada una de estas etapas, ayudando a las familias a discernir cómo vivir su fe de manera auténtica y significativa en medio de los desafíos y alegrías de la vida familiar.
  4. Promoción de la solidaridad y el servicio: La Sagrada Familia nos desafía a vivir los valores cristianos a través del servicio y la solidaridad con los demás. El acompañamiento familiar incluye oportunidades para que las familias se involucren juntas en obras de caridad y servicio a los necesitados, tanto dentro de la comunidad como más allá de ella. Esto no solo fortalece el tejido social y comunitario, sino que también enriquece la vida espiritual de la familia al poner en práctica el mandamiento del amor al prójimo.

En conclusión, el acompañamiento familiar desde la espiritualidad de la Sagrada Familia ofrece un enfoque integral y enriquecedor para fortalecer y nutrir a las familias en la fe y en la vida cotidiana, a ejemplo del Venerable Luis Amigó desde la cercanía, la minoridad y la simplicidad.

Hna. Rosa Alix Fajardo Gómez, tc

Provincia Madre del Buen Pastor

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