Luis Amigó, una inspiración para nuestro tiempo

En 1948 llegaron a Brasil las primeras Hermanas Terciarias Capuchinas desde Colombia. Por la osadía y valentía de estas hermanas llegó la semilla franciscano-amigoniana a tierras brasileñas y desde la esencia de la Pedagogía Amigoniana mantuvimos la mirada y las acciones siempre enfocadas en las necesidades que nos rodeaban, buscando posibilitar respuestas efectivas para promover y defender los derechos de todos, especialmente de aquellos que se encuentran en situaciones de mayor vulnerabilidad.

A través de este artículo queremos compartir cómo Luis Amigó ha inspirado nuestro trabajo en el Centro Educativo Frei Luis Amigó (CEFLA), ubicado desde 2003 en el oeste de la ciudad de São Paulo. El propósito de este Centro Educativo es atender a niños, niñas y adolescentes de 6 a 14 años inclusive, en situaciones de vulnerabilidad social de los barrios marginales aledaños. En la trayectoria de estos 18 años de recorrido, ayudamos a construir muchas historias de promoción y dignidad del ser humano. Actualmente, el servicio está dirigido a 120 niños y adolescentes de 92 familias. Desde nuestro Carisma, buscamos experimentar la opción preferencial por los más pobres y necesitados, asumiendo la construcción de un espacio vital que potencie el proceso de humanización, formación integral, participación y ciudadanía. Desarrollamos acciones y actividades que generan la fuerza del protagonismo y la autonomía, en base a sus intereses, demandas y potencialidades. Las actividades se basan en la pertenencia, construcción de identidad, transmisión de códigos sociales y culturales, actividades de participación ciudadana, desarrollo de la percepción de la realidad social, económica, cultural, ambiental y política, apropiación de derechos ciudadanos, reconocimiento de deberes, cosmovisión y posicionamiento en el espacio público.

La misión que se lleva a cabo en este trabajo se basa en la propuesta pedagógica amigoniana, a través de principios y valores como base de nuestras acciones. Siguiendo los pasos de Nuestro Padre Fundador, asumimos el Amor como la esencia que moviliza nuestra práctica, un amor que genera espacios de confianza, aceptación, misericordia, acompañamiento, respeto y humanidad, amor que nos permite responder hoy a los desafíos que nos presenta  una sociedad cada vez más individualista y sin sentido.

La atención a los signos de los tiempos y los nuevos escenarios sociales nos hicieron revivir la experiencia de Luis Amigó, nuestro Fundador y de nuestras primeras Hermanas al inicio de la fundación de la Congregación, quienes desde 1885 mostraron una actitud clara de sensibilidad, confianza en la Providencia, amor exigente, compasión y generosidad. El amor asumido como una decisión, hasta el punto de sacrificar la propia vida para aliviar el dolor y la soledad de las víctimas huérfanas de la pandemia del cólera.

El año 2019 marca el inicio de tiempos difíciles y desafiantes para toda la humanidad; tuvimos que adaptarnos a una nueva normalidad como resultado de la pandemia del Covid-19. Este drástico cambio social afectó nuestro trabajo, tuvimos que innovar las respuestas, adaptar las formas a seguir acompañando el crecimiento y las necesidades de los niños, niñas , adolescentes y sus familias.

Motivadas por la fuerza, el celo y el ardor misionero de nuestro Carisma, seguimos cuidando a nuestros educandos, familias y comunidad, siendo instrumentos de paz y esperanza en medio de tanto dolor que se enfrenta en estos tiempos, respondiendo a la necesidad de seguir cumpliendo nuestra misión con el fin de ofrecer alternativas a todas las realidades. Quienes tuvieron la posibilidad, recibieron atención remota con reuniones virtuales, que nos permitieron ingresar a sus hogares y no perder los lazos de unión. Para aquellos que no tenían acceso a los medios digitales se los acompañó a través de cartillas y materiales diversos. Para las situaciones de mayor vulnerabilidad se llevaron a cabo visitas en sus hogares, derivaciones a psicólogos, trabajadores sociales, Unidad Básica de Salud (UBS). La Institución, sensible a las necesidades de las familias, favoreció la atención integral que se materializó a través de la escucha de la realidad vivida por medio de llamadas telefónicas, visitas presenciales, visitas en casos urgentes, entrega de canastas de alimentos, artículos de higiene y materiales de limpieza, medicamentos, encuentros virtuales con actividades lúdicas, espacios de espiritualidad y escucha, derivaciones a la red de protección en caso de situaciones más complejas para acceder a programas de ingresos y servicios de salud, sensibilización comunitaria sobre el COVID-19 con campañas, suscrito para que todos tengan derecho a las vacunas y a los programas de  apoyo financiero del Gobierno.

Concretamente, la misión en esta obra pone en práctica la frase de Nuestro Padre: «En la unidad está el secreto de la fuerza» porque la calidad humana del cuidado que ofrecemos solo es posible porque hay  un trabajo en equipo entre educadores y hermanas, que trasciende las dificultades y que día a día alimenta el sueño de colaborar en la humanización y promoción de nuestros niños, niñas y adolescentes. A través de una formación sistemática, los educadores reciben instrumentos para conocer, profundizar y aplicar la propuesta de la Pedagogía amigoniana. Ser educador amigoniano es una misión exigente y para ello deben recibir todos los elementos necesarios para desarrollar este perfil.

La germinación de las semillas esparcidas y la visibilidad de los frutos …

Por medio de los dos testimonios siguientes, presentamos nuestro reconocimiento y ofrecemos algunos de los muchos frutos generados a través de nuestra presencia en comunión con la comunidad.

«CEFLA me inspira a ser más solidario y cuidadoso en los pequeños detalles que normalmente dejaría por fuera. Al estar aquí desde pequeño me he acostumbrado a la frase «doy mi vida por mis ovejas», que terminó vinculándose a un sentimiento de cariño tanto por el significado de la frase, como por lo que representa para mí. Es la experiencia de este lugar donde pasé tanto tiempo, las personas que conocí y que me ayudaron a ser mejor a lo largo de los años, despertándome a la solidaridad, haciéndome querer devolver el bien recibido de alguna manera, ya sea en la vida diaria o en el trabajo ” (Lincon es ex alumno y actualmente trabaja como joven aprendiz).

“Ustedes exhalan el cuidado de unos a otros como parte de sus vidas. Llegué a conocer el espacio y este amor que se desborda desde hace años, cuando participé en una búsqueda del tesoro como miembro del grupo juvenil de la Parroquia São Matheus. Cuando supe del proyecto que existe aquí, estaba segura de que encontraría el apoyo que siempre quise para hacer la vida de mi hijo más saludable y feliz. Y hace dos años, la mayor parte durante esta pandemia, a este amor le crecieron alas e invadió nuestro hogar a través de los encuentros online, canastas básicas, material de apoyo, llamadas, carteles, etc. Nuestro agradecimiento es inmenso por existir en nuestras vidas ” (Valéria Meira, madre de Arthur, 8 años).

Hna. FRANCISCA JULIANA DO NASCIMENTO

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