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José con corazón de padre: una misión encomendada

La vida de José transcurría en Nazaret, una pequeña aldea judía, donde todos eran bien conocidos por la misma comunidad  en medio de la realización de las diferentes  tareas laborales, artesanales, agrícolas, religiosas y de compromisos sociales.  José, al igual que todos los jóvenes de su tiempo, ha vivido un proceso de formación,  crecimiento y madurez que lo han orientado en la búsqueda de la realización de su proyecto de vida, hacia la plenitud del amor, según la ley y tradiciones propias de su cultura judía.

Dios, en sus inescrutables designios, elige a José desde siempre para una misión grande, ser el esposo de María y el padre de Jesús durante su vida terrena. Por tanto, entra a participar en el servicio de la economía de la salvación, dotado con las facultades y las gracias especiales para cumplir su misión.

En este tiempo, el Espíritu acontece a nuestro favor como Hermanas Terciarias Capuchinas de la Sagrada Familia. ¿Cuánta fuente de inspiración y referencia se puede tener desde este gran santo, para la vivencia de nuestra espiritualidad y carisma?  Es por ello que retomamos algunos aspectos de su vida como iluminación a nuestros desafíos.  

1. Defensor y custodio de la vida

Situación crucial que pone a prueba a José. Se había comprometido con María, una joven casta y de profunda fe. Pero un día se enteró de que estaba embarazada. Para protegerla de un vergonzoso escándalo, planeó repudiarla en secreto.  Sin embargo, tras el anuncio en sueños, el ángel le pide que “no tenga miedo de llevar a María como esposa a su casa” (Mt 1:18-21). Con valentía de  hombre, acepta su misión, confía en Dios y toma el desafiante camino de la fe, acoge y abraza a María como esposa y en ella al Hijo que tiene en sus entrañas.

En otro momento, el ángel del Señor le revela a José los peligros que amenazan a Jesús y María, obligándolos a huir a Egipto y luego a instalarse en Nazaret. Con discreción, con humildad, con ternura, con una entrega fecunda y en fidelidad, vive el misterio de este acontecer; en silencio sufre la exclusión, la persecución, la emigración a tierra extranjera, aunque no lo comprende, siempre en sintonía con su Dios y, en actitud de escucha orante, va dando respuesta pronta y asertiva  a las diferentes circunstancias dadas desde el desposorio hasta el episodio de Jesús en el Templo de Jerusalén a los doce años.   

Por lo tanto, José es un referente para vivir nuestro compromiso.

Defender con actitud profética  la vida en todas sus manifestaciones. Ser portadoras de paz y esperanza ante el sufrimiento provocado en las diferentes manifestaciones, situaciones de exclusión y negación de la dignidad humana.

(Cf. Documento final XXII Capítulo general –  1.3. Acciones renovadoras)

 2. En su rol de padre que salvaguarda su identidad en unidad con el ser y el acontecer

Hablar de la vida de José en  Nazaret es hablar de una vida normal, aceptar una historia, una cultura, una familia, unas relaciones; es descubrir que la fidelidad a lo cotidiano es la fidelidad a Dios, es vivir en el anonimato común de la mayoría de las personas de su pueblo, es buscar lo que Dios quiere, hacer proyectos y renunciar a ellos, buscando siempre el proyecto de Dios; es aprender a leer los signos del Reino en el mundo.

Reconocemos en José un hombre religioso, de oración, fiel cumplidor de los preceptos de Dios, quien inicia a su hijo Jesús en la piedad y en las tradiciones religiosas de su pueblo. José, protector de una  familia, descubre por su fortaleza espiritual, grandeza de corazón y capacidad intuitiva,  que en  cada uno de los tres, en esa familia de Nazaret, está el gran secreto de Dios, el misterio del Padre eterno en sus vidas. José, hombre de silencio fecundo, entra en la dinámica de la contemplación y asume con paciencia, asombro y respeto los planes providentes que vienen de lo alto y se hace instrumento dócil al querer de Dios.

Este aspecto humano divino que se percibe en José, es una prioridad  en nuestro ser  de Terciarias Capuchinas, conscientes de que la fidelidad a lo cotidiano es la fidelidad a Dios, que quiere que seamos presencia de Reino. Estamos llamadas a contemplar a Dios abiertas a la novedad de cada día para descubrir, “a través de la fe, su presencia en las personas, en los acontecimientos y en la creación entera” (cf.  Const. 42).

3. Protector de la familia

A José se le ha encomendado el cuidado de la Sagrada Familia y la vivencia del plan de Dios en ella, para llevarla adelante. En su vida familiar se desempeña como un esposo, un  padre, amable, tierno, obediente; propicia la comunión familiar, en el amor, en la ayuda mutua, en una vida de aprendizajes, de sorpresas y preocupaciones familiares como cualquier familia de su tiempo, no solo al interior sino de proyección a sus coterráneos. “Una vez que cumplieron todo lo que ordenaba la ley del Señor, volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño crecía, se desarrollaba y se hacía cada día más sabio; y la gracia de Dios estaba con él” (Lc 2,39-40).

Del mismo modo, nosotras hemos recibido a través de nuestro nombre el legado de la labor apostólica con la familia y lo  tenemos como prioridad  (Cf. Const. 61).

Conocer y acompañar las diferentes situaciones y realidades de la familia en el entorno de nuestra misión.

San José nos enseñe y acompañe en la respuesta ante las diferentes exigencias propias de la misión encomendada por el Padre Luis Amigó y mucho más ahora, cuando la vida nos confronta frente a la vulnerabilidad y desequilibrio de la sociedad donde estamos inmersas.           

HNA. MARÍA ELENA LOPERA SIERRA, tc

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El dolor puede abrir nuevos horizontes

El 11 de febrero de cada año, la Iglesia celebra la Jornada Mundial del Enfermo, instituida por el Papa Juan Pablo II en 1992. La fecha tiene una evidente coincidencia con la memora litúrgica de Nuestra Señora de Lourdes, que la tradición católica venera como mediadora de gracias e incluso de milagros de curaciones; todos los años, el Papa dirige en este día su mensaje no solo a los cristianos sino a todo el mundo y propone una reflexión con el fin de reavivar la sensibilidad del hombre por el mundo del dolor y la enfermedad.  

El Mensaje del Papa para la Jornada del Enfermo de este año, cuyo tema es “La relación de confianza, fundamento del cuidado del enfermo”, pone en evidencia la importancia de las relaciones personales entre el enfermo, su familia y el personal médico que le atiende, porque le permiten vivir la experiencia de la enfermedad sin sentirse solo y abandonado. Por otro lado, reflexionando sobre el sentido del sufrimiento, el Papa hace referencia a Job, ese personaje bíblico tocado por el dolor en su propia carne y en su propio espíritu, subrayando que, a pesar del abandono e incomprensión que sufrió y de los gritos de angustia que elevó hacia Dios, logró reconocer que Él había estado presente a lo largo de toda su vivencia de dolor, devolviéndole después la salud y los bienes perdidos, abriéndose delante de él, un “nuevo horizonte” de vida.

La naturaleza humana no logra percibir la presencia de Dios en el dolor y en la muerte.  La religión cristiana que ha impregnado culturas y tradiciones en todo el mundo, presenta a Dios como un padre bueno y, si bien la pasión, muerte y resurrección de Cristo han revelado la dimensión salvífica del dolor, el cristiano se resiste a asumir que Dios permita el sufrimiento inocente, la muerte prematura, la violencia y todo aquello que pone en peligro la vida. Amenazado y aplastado por el sufrimiento, el creyente también puede dirigirse a Dios invocando su ayuda y la liberación del mal, pero también gritando con ira e incluso, alejándose de Él.

Los seguidores de otras religiones viven el dolor según sus convicciones; algunos logran mantener una actitud pasiva y resignada o sacar de su cuerpo y de su alma las energías positivas que pueden contrastar aquellas negativas que provocan dolor, pero es indudable que, sea cual sea la creencia religiosa, el dolor y la muerte son experiencias duras que hacen correr muchas lágrimas sobre el rostro de quien está enfermo y de sus seres queridos.

Las lágrimas regaron también el rostro de Jesús frente al misterio de la muerte de su amigo Lázaro (cf. Jn 11,32-36) y durante su oración en el Huerto de los Olivos, lágrimas que nos recuerda el autor de la carta a los Hebreos (cf. Hb 5,7), manifestación  de su plena humanidad, enseñándonos  que la fe y la confianza en Dios, que el Hijo seguramente poseía en sumo grado, no son “anestésicos” que reducen o anulan el sufrimiento humano, pero pueden ayudar al hombre a enfrentar el dolor desde la certeza de que Dios no lo abandona. Es el “nuevo horizonte” que la fe abre frente al hombre que sufre, y del cual habla el Papa Francisco en su Mensaje para la Jornada del Enfermo de este año.

El dolor físico y moral juega un gran papel en la formación humana y espiritual del hombre, y la historia revela que todos aquellos que consideramos “grandes” han sido probados en “el crisol” del dolor (cf. Sab 3,6). La fragilidad física debida a la enfermedad, a la oscuridad interior que resta gusto a la vida y a todas aquellas situaciones que conducen al hombre a redimensionar una percepción de sí mismo demasiado alta, lo llevan a reubicarse en su verdad de ser humano, creatura hecha de barro que solo el soplo de Dios puede hacer “grande” (cf. Gen 2,7). El dolor rompe la vasija de barro que lleva en su interior, el espíritu del Creador, pero nunca puede ahogar este mismo espíritu que genera fuerza en la debilidad (cf. 1Cor 1,25) y reviste al hombre de vida nueva (cf. 2Cor 13,4).

En el dolor, Dios actúa y renueva al hombre. La fe cristiana ilumina el misterio del dolor desde la Palabra de Dios y el ejemplo de Cristo pero, muchas veces, incluso personas ajenas al mensaje cristiano encuentran fortaleza en él y descubren algo positivo en su falta de salud o en la limitación que afecta su existencia.

Con relación a esto, recuerdo a un niño que encontré en mi peregrinación a Lourdes. El pequeño, confinado en una silla de ruedas, se encontraba con su madre frente a la Gruta y ella le animó a que rezara a la Virgen para que le devolviera la posibilidad de caminar, correr y jugar a la pelota como sus amigos; para su sorpresa, el chiquito, echando la mirada a su alrededor y viendo a otros niños y adultos postrados en sus camillas, respondió a su madre que iba a rezar para que la Virgen ayudara más bien a esos enfermos porque, al menos, él podía jugar a la pelota utilizando sus manos. Este pequeño, quizá inconscientemente, dio un gran testimonio de cómo la gracia de Dios puede reorientar nuestras exigencias hacia lo verdaderamente esencial y sostenernos en el camino del dolor.

Independientemente de nuestra fe y madurez humana, Dios está siempre presente cuando atravesamos el río del sufrimiento y, discretamente como hace Él cuando entra en relación con sus criaturas, nos sostiene con su mano y no permite que nos hundamos en el mar del dolor y de la muerte. En estas circunstancias, el descubrir su presencia es una experiencia profunda y regeneradora, una inyección de esperanza y fortaleza que abraza también a quienes, con amor, acompañan al enfermo en su sufrimiento.

Lamentablemente, nuestra sociedad tiende a evitar toda experiencia de dolor y todo lo que recuerda la existencia del sufrimiento, que en cualquier momento nos alcanza a todos, y lo que es peor, se atreve incluso a suprimir el dolor, interviniendo violentamente con acciones que apagan la vida y que no son moralmente correctas.

En su Mensaje, el Papa Francisco recuerda que “una sociedad es tanto más humana cuanto más sabe cuidar a sus miembros frágiles y que más sufren, y sabe hacerlo con eficiencia animada por el amor fraterno”; recuerda también  que “la salud es un bien común primario” e invita a los que ocupan cargos de responsabilidad política y social a priorizar la inversión de recursos en el cuidado y la atención a las personas enfermas y estimula a todos a caminar hacia esta meta, procurando que nadie se quede solo, excluido o abandonado.

En sintonía con la encíclica social “Fratelli tutti”, la Jornada Mundial del Enfermo celebrada este año, en plena pandemia, hace un llamamiento a los hombres de buena voluntad a potenciar las actitudes de cercanía a los más frágiles, siendo para ellos, como lo fue el Buen Samaritano, “un bálsamo muy valioso, que brinda apoyo y consuelo”  y exhorta a levantar la mirada hacia Dios para que, como Job, podamos descubrir su rostro manifestado en la fragilidad de los que sufren. Esto reavivará la fortaleza y la esperanza de la humanidad herida. 

HNA. CECILIA PASQUINI, TC

cecilia@terciariascapuchinas.org

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Saber descubrir la verdad que bulle dentro de mi hermana

La Revista Vida Religiosa publicó el pasado 14 de enero un artículo de Dolores Aleixandre, con el título COMPOSTURA, que tal vez no sea ajeno a nosotras y nos puede ayudar a pensar si de verdad vivimos esta misma realidad en nuestra propia persona, en nuestras comunidades. Acabamos de celebrar el 2 de febrero la Jornada de la Vida consagrada y nos parecía interesante facilitar esta reflexión en nuestra página. Vivamos a fondo ese acompañamiento mutuo que estamos trabajando en nuestro Proyecto “Crecimiento y Transformación” y que sin duda nos facilitaría intentar intuir lo que pasa en lo profundo del corazón de quienes viven a nuestro lado, más allá de las apariencias, del cumplimiento de las normas, de esa “compostura” a la que se refiere la autora. A continuación es Dolores Aleixandre la que habla:

“Fui con mi comunidad a un retiro para hacer el proyecto comunitario del año y a las afueras del pueblo en el que estábamos, había un álamo enorme caído junto al camino. Debía haber caído la víspera porque las ramas estaban aún llenas de hojas verdes, aunque el tronco estaba hueco y las raíces al aire. Me ha venido la imagen al oír un comentario sobre la salida de una religiosa joven: “Y a su comunidad le pilló por sorpresa, no habían notado nada que hiciera pensar que estaba en crisis”. La asociación con el árbol caído parece evidente: esa joven religiosa se parecía a un tronco hueco que, al no recibir savia de las raíces, no tenía consistencia y se vino abajo. Punto final, nos quedamos tan anchos.

¿Y si hubiera otras explicaciones posibles, solo que más incómodas? Cómo preguntarnos, por ejemplo, si el tronco vacío no sería esa comunidad, tan miope como para no haber detectado ninguna señal de alarma en uno de sus miembros. Otra variante posible: detectar en nosotros síntomas de esa compostura (hoy sería el “postureo”) que siempre acecha en la vida consagrada: una habilidad generada al amparo de las estructuras que nos permite comportarnos externamente con corrección, según unos “códigos convenidos”, unos hábitos adquiridos, unos horarios cumplidos y unas cuantas frases estereotipadas. Una vida de plástico, adaptada y ordenada, como la cinta estirada que señala la página de las Vísperas de la segunda semana. Eso “por fuera”. Por dentro bulle quizá un mundo paralelo: lo que de verdad pensamos, sentimos y deseamos, oculto en lo escondido de la recámara hasta que un día “sale del armario” y los demás lo ven. Es una posibilidad tan “de siempre”, que el Nuevo Testamento usa el adjetivo dipsichós, “persona de dos mentes”, doble, dividida (St 1,8).

La amenaza se acentúa en la etapa que vivimos, en medio de tantos procesos de reestructuraciones, fusiones y rea-justes en marcha. Inmersos en esa agitación, asoma una pregunta esencial: ¿qué está ocurriendo en realidad con los sujetos reestructurados, reconfigurados, unidos, agrupados, fusionados o rea-justados que somos? Porque lo que de verdad importa con tanto tinglado es si cada uno está recibiendo o no la savia de vida y de sentido que necesita para vivir.

En el encuentro de Zaqueo con Jesús aparece de alguna manera lo de la doblez: «Señor, la mitad de mis bienes se la doy a los pobres…». Buena ocasión la de comienzo de año para preguntarnos qué está haciendo cada uno con esa otra “mitad” que se reserva. Porque a lo largo de nuestra vida hemos ido seguramente entregando, con edificante compostura, la mitad de lo que somos y tenemos, pero ¿no tendremos allá en lo profundo otra mitad que aún escondemos?

La presencia del Huésped que se cuela en nuestra casa nos hace posible saludar confiadamente a esos “agentes de disminución” que están llamando a nuestra puerta y colándose por nuestro tejado. A poco que consintamos a su trabajo, ellos se encargan de despejar esos rincones de doblez en que nos refugiamos, y nos urgen a entregar también esa otra mitad que tan ávidamente tratamos de retener.

Ojalá nos decidamos a tirarla por la ventana, y con ella también los restos de tanta engañosa y tonta compostura”.

 Dolores Aleixandre – Revista Vida  Religiosa (14 enero 2021)

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Diplomado en protección de menores

El día 19 de enero, al filo de la medianoche, llegaba al aeropuerto de Fiumicino de Roma nuestra Hna. Priscila Brenes Granados, quien enriquecerá con su presencia nuestra comunidad de la Curia general durante los próximos meses.

Hna. Priscila pertenece a la Provincia “Ntra. Sra. de Guadalupe”, es de Costa Rica pero desde hace 5 años realiza su misión en México, concretamente en la comunidad de Tabasco, trabajando como directora en la Casa Hogar Oasis de Paz donde las hermanas acogen, acompañan y forman a niñas desprotegidas, cuyos derechos han sido vulnerados.

A través de la CLAR (Conferencia Latinoamericana de Religiosos), la Provincia “Ntra. Sra. de Guadalupe” recibió la invitación con una beca de estudio, para que una hermana pudiera realizar el Diplomado en Protección de Menores, organizado por el “Centre for Child Protection” de la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma. El curso dará comienzo el 8 de febrero y concluirá sobre mediados de junio 2021.

El objetivo del Diplomado es promover la protección de menores a nivel académico y profesional, a través de un programa formativo que tiene como principios, primero las víctimas, desde una visión cristiana del ser humano en la propia cultura y con perspectiva multidisciplinaria, alimentados e inspirados en la espiritualidad cristiana y el Evangelio.

Entre las competencias y habilidades a adquirir se señalan las siguientes:

  • Reconocer las señales de abuso en las víctimas y de riesgo en los abusadores.
  • Ayudar y apoyar a las víctimas de abuso y a las víctimas secundarias.
  • Reflexionar sobre las implicaciones espirituales y teológicas del abuso.
  • Incluir la espiritualidad en los objetivos y medidas de protección.
  • Crear redes de protección en sus países, iglesias locales, comunidades religiosas y otros círculos.
  • Ayudar a los líderes de la Iglesia a tratar las denuncias de manera adecuada.
  • Identificar los instrumentos para una intervención adecuada.
  • Adaptar la puesta en marcha de líneas guía/directrices para la protección de menores específicas en cada contexto.
  • Impartir cursos de formación sobre protección de menores y prevención en escuelas, parroquias, casas de formación, etc.

Le deseamos a Hna. Priscila que este tiempo sea fecundo, le ayude a crecer humana y espiritualmente y le aporte elementos válidos que iluminen y estimulen la tarea apostólica que realiza junto con su comunidad en favor de los menores más vulnerables a quienes sirven y acompañan. ¡Bienvenida!

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Celebración de la jornada de la vida consagrada en la Curia general

Desde hace 25 años e instaurada por el Papa Juan Pablo II, se celebra cada 2 de febrero, fiesta de la Presentación de Jesús en el Templo, la jornada de la Vida Consagrada, una fecha que nos invita a poner ante el Señor el camino de entrega y servicio vividos por tantos hombres y  mujeres consagradas, presencia viva de Cristo en medio de nuestro mundo y, al mismo tiempo, nos impulsa a seguir llevando adelante la misión recibida, compartiendo cada día con nuestros hermanos y hermanas la luz del Señor Resucitado, que alumbra toda oscuridad.

El lema de la XXV Jornada de la Vida Consagrada de este año 2021 ha sido: «La vida consagrada, parábola de fraternidad en un mundo herido». En el mensaje enviado con este motivo por la Congregación para los Institutos de  Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica a todos los consagrados, encontramos una referencia constante a la Encíclica Fratelli Tutti escrita por el Papa Francisco, para la que se inspiró en san Francisco de Asís y en la que nos invita a actuar juntos, a reavivar en todos “una aspiración mundial a la fraternidad”, “a soñar juntos” (n. 8) para que “frente a diversas y actuales formas de eliminar o de ignorar a otros, seamos capaces de reaccionar con un nuevo sueño de fraternidad y de amistad social” (n. 6). Esta Encíclica, es un don precioso para toda forma de vida consagrada que, sin esconder las muchas heridas de la fraternidad, puede encontrar en ella las raíces de la profecía.

En nuestra comunidad de Roma, celebramos la Eucaristía en este día de fiesta, en la Jornada de la Vida Consagrada, unidas a nuestros Hermanos Terciarios Capuchinos de la Curia general, renovando nuestra consagración al Señor, en la Iglesia, dentro de nuestra familia carismática, al servicio de los descartados, de los más vulnerables, de los heridos y abandonados al borde de las cunetas de la existencia.

Los signos que nos acompañaron en la celebración querían plasmar el lema mismo de este día:

  • una lámpara encendida, urgidos a ser esa luz que nosotros recibimos del Señor, “luz para alumbrar a las naciones”, en las realidades que nos toca vivir;
  • una madeja de lana que al cruzarse va creando una red, entrelazando la fraternidad, pidiendo a María, experta tejedora, nos acompañe en nuestro seguimiento y entrega como consagrados, dando gracias por el don de los hermanos;
  • una lámina que recogía algunas de esas heridas de nuestro mundo, junto a María, la Virgen oferente, nuestra Madre de los Dolores, con el alma traspasada por una espada, sintiéndonos comprometidos a ser bálsamo, presencia compasiva y misericordiosa para nuestros hermanos y hermanas a quienes acompañamos y servimos.

Al concluir la liturgia de la Palabra, con nuestras lámparas encendidas, renovamos nuestro compromiso de vivir en obediencia, en pobreza y en castidad, pidiéndole al Señor que Él sea siempre el Todo de nuestra vida, dando así credibilidad a nuestro anuncio misionero, como hombres y mujeres de solidaridad, comunión y amor por los otros.

Finalizada la Eucaristía, compartimos la mesa en un ambiente de auténtica alegría y fraternidad. En palabras de nuestro Padre Fundador, Luis Amigó, ¡gracias sean dadas a Dios por todo!

 

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Una opción diferente de servicio a los demás

Seguramente que a la mayoría de las hermanas de la Congregación  no les dirá mucho el nombre de Yamile Cabrera Cuevas, pero algunas han compartido la vida con esta mujer que durante 30 años ha formado parte de nuestra familia religiosa. Chilena de nacimiento, formada en Colombia donde pasó bastantes años, trabajó también por algún tiempo en África, concretamente en Benín.

Yamile, después de un largo discernimiento, en el que ha habido etapas diferentes, ha decidido finalmente dejar la Congregación. No es habitual que cuando una hermana toma esta decisión se publique la noticia, pero el hecho es que en la prensa y en las redes aparecen las entrevistas que le han ido haciendo en Chile, compartiendo su situación.

A partir del año 2010, estando todavía en la Congregación, amparada por diversos permisos canónicos, Yamile empieza a trabajar en la Alcaldía de Quilicura, una zona marginada de Santiago, comprometida con los asuntos propios de la tarea que desempeñaba. Dentro de sus labores más importantes en la institución está la formación de la Oficina de Migrantes y Refugiados. Tras siete años dedicada al trabajo con migrantes, pasó a liderar el departamento de Derechos Humanos y, luego, el departamento de Mujer (Ver: Meganoticias.cl).

Sin embargo, después de todo este recorrido de servicio social en la Alcaldía, Yamile decide dar un nuevo paso, presentándose como candidata independiente para liderarla. De hecho, el 8 de enero 2021, junto con su equipo, se presentó en las oficinas del Servicio Electoral (Servel) para inscribir su candidatura, luego de reunir las firmas necesarias.

Tanto hermanas como laicos que conocen a Yamile, extrañados de las noticias que les iban llegando desde fuera, sin conocer su situación real dentro de la Congregación, se han dirigido a nosotras solicitando alguna luz que les ayudara a entender qué estaba pasando. Por esta razón y dado que las redes, como decíamos anteriormente, siguen publicando noticias en torno a este tema, es por lo que hemos visto la necesidad de comunicar el estado actual en que se encuentran las cosas.

En 2017, Yamile solicitó autorización para iniciar un periodo de prueba en un Instituto Secular, que le fue concedido por tres años. Transcurrido este tiempo, hace unos meses pidió la salida definitiva de nuestra Congregación de Hermanas Terciarias Capuchinas de la Sagrada Familia, por lo que puede dedicarse a esta actividad política, una opción diferente de servicio a los demás. Y le deseamos todo lo mejor en este nuevo camino.

 

 

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Whatsapp ¿qué cambia en sus nuevos términos de privacidad?

¿Cambios en Whatsapp? Esto es lo que en realidad pasa con tus datos, ¿qué cambia en sus nuevos términos de privacidad y a quién afecta?

En realidad, todo es bastante sencillo, aunque el interés por ganar tu atención puede hacer que en algunos sitios se exagere y cause un poco de confusión.

Por eso, voy a intentar explicártelo todo, incluyendo qué aspectos cambian en WhatsApp, qué implica esto para sus usuarios, y por qué si vives en Europa no debes preocuparte por ello. Todo para que si sale el tema alguna vez o tienes alguna duda, puedas tener la mente tranquila.

Qué cambia en las nuevas políticas de privacidad 

En 2014, Facebook compró WhatsApp por 16.000 millones de dólares. Durante el proceso de adquisición, a la hora de recibir los permisos por parte de la Comisión Europea, Facebook aseguró que no tenían una forma fiable y automática de relacionar las cuentas de WhatsApp y Facebook de sus usuarios. Sin embargo, una vez terminada la operación anunciaron que empezarían a combinar estos datos, lo que hizo que la Unión Europea les acusara de proporcionar información engañosa.

Mensajes temporales de WhatsApp: qué son, qué límites tienen y cómo usarlos

La nueva política de privacidad es un nuevo paso en esta dirección, en el que los datos de los usuarios de WhatsApp se compartirán con el resto de servicios de Facebook o Instagram. Se trata de un cambio obligatorio, de manera que los usuarios deben aceptarlos para seguir usando WhatsApp. Si no los aceptan, no podrán usar la aplicación.

Pero aquí viene lo importante, ya que este cambio no se le aplica a usuarios de estados miembros de la Unión Europea. Esto es debido a la normativa europea de protección de datos, la GDPR, que impide que Facebook comparta los datos de WhatsApp con sus otras empresas para su propio interés.

Por lo tanto, si vives en España, Francia, Italia, o cualquier país miembro de la Unión Europea, estos cambios no te van a afectar, por lo que aunque los aceptes, Facebook no va a compartir datos tuyos con el resto de aplicaciones de la empresa.

Compartiendo estos datos, Facebook pretende conseguir tener perfiles más completos de todos sus usuarios unificando la información que le das (y esa que no le das pero recopila igualmente) en todas sus aplicaciones, en un único perfil. Esto le ayudará a dirigir mejor las campañas publicitarias a los gustos personales de sus usuarios, y así ganar más dinero con publicidad más efectiva.

¿Por qué no afecta a países europeos?

Como te he dicho, en 2016 Facebook empezó a combinar algunos datos de sus usuarios de WhatsApp con el resto de empresas, concretamente el número de teléfono. Esto provocó que las autoridades iniciaran una investigación, y Facebook canceló ese tipo de movimientos de forma temporal, pero que todavía hoy sigue en vigor.

De hecho, WhatsApp tiene una especie de subempresa creada únicamente para usuarios europeos, de forma que aquí no tenemos que compartir contenido. En todo el mundo, la app que se usa pertenece a la empresa WhatsApp LLC, mientras que en Europa usamos la de la empresa WhatsApp Ireland Limited. Al tener empresas separadas, a los usuarios europeos se nos pueden ofrecer condiciones y acuerdos diferentes a los del resto del mundo, y que han sido aprobados por la Comisión Europea.

¿Pero qué sucede en América y otros continentes?

Es necesario entender qué es la privacidad de datos, un tema que en Europa se lleva varios años trabajando; a veces no damos la verdadera importancia a nuestros datos en internet, de ahí los malentendidos con la aplicación.

Primero, esto es un legado de la costumbre de Facebook de ser arrogante con nuestros datos personales y atrevida con la forma de usarlos (ya sea la misma compañía o sus socios). No es de extrañar que la gente asumiera que Facebook cambió las políticas de WhatsApp de manera truculenta.

En segundo lugar, la gente ha comprendido que las políticas de privacidad son confusas y que realmente no tenemos poder para hacer que las empresas recopilen menos datos.

Los chats siguen estando a salvo para todos

Una cosa que debes tener clara es que Facebook no puede leer lo que escribes en los chats, por lo que en ningún caso y en ningún lugar se les va a enviar a ellos el contenido de las conversaciones. Esto es así debido a que WhatsApp utiliza lo que se conoce como cifrado de extremo a extremo.

Facebook no puede mirar el contenido de los mensajes o de las llamadas telefónicas porque las comunicaciones de WhatsApp están codificadas. Facebook también dice que no mantiene registros sobre las personas con las que te contactas en WhatsApp, y que los contactos de WhatsApp no se comparten con Facebook.

WhatsApp tiene muchos aspectos positivos. Es fácil de usar y las comunicaciones en la aplicación son seguras. Pero sí, WhatsApp es Facebook; debemos recordar que Facebook es una empresa en la que muchos no confían.

Existen alternativas, como Telegram y Signal, que han recibido un gran número de nuevos usuarios recientemente.

Entender lo que sucede con nuestros datos digitales parece requerir un entrenamiento avanzado en ciencias de la computación y una licenciatura en derecho. Y Facebook, una compañía con montones de dinero y un valor de acciones de más de 700.000 millones de dólares, no explicó o no pudo explicar lo que sucedía de una manera que la gente pudiera comprender.

Si no tienes cuenta en Facebook o Instagram tu WhatsApp seguirá funcionando igual, quizás en el futuro agreguen publicidad en la plataforma, pero si estás fuera de Europa seguramente la nueva política de privacidad fusione tus datos con las dos aplicaciones Facebook e Instagram.

Un debate personal y ético

Ante la negativa de aceptar estas políticas, seguramente deshabilitarán tu cuenta; existen otras aplicaciones alternativas como Telegram o Signal, que hacen la misma función, algo así como la Coca-Cola y la Pepsi. Si consideras que tus datos no son tan importantes, ni tienes cuentas en las redes sociales como Facebook o Instagram, puedes dejar tu cuenta como está y continuar con el servicio.

Al final es una decisión personal. Si me pides un consejo te diría que pruebes a instalar Telegram y aprendas un poco, para no depender de un solo operador; recuerda que nada en internet es gratis, pagamos estas aplicaciones con nuestros datos; allí estas empresas saben lo que nos gusta y lo que no. Para enfocar la publicidad, son esos datos los que venden a grandes multinacionales que luego nos envían su publicidad, pero esto ya sucede con la tele o la radio. ¡Menudo dilema!

Por: Webmaster